De cada uno de estos ejemplos podemos encontrar algunos puntos en común: la capacidad para ver a futuro, buscar la inclusión como vía para crecer de manera colectiva y personal, lo importante de ver más allá y por un bien más grande que un objetivo a corto plazo. Todas han tenido la oportunidad de contribuir de diferentes maneras en su ámbito, y llevan esa visión a algo más grande.
Cuando fijes tus metas o propósitos piensa en historias así, de personas venciendo obstáculos y aprendiendo, siempre con la idea en mente de lograr la vida que desean y construir su propio camino. La planeación para lograr el futuro con el que sueñas se compone de muchas partes, como:
- Visualiza tus objetivos: Fíjate metas y designa una fecha límite en el calendario. Con uno o dos objetivos que te motiven para ir por ellos y no desistir. Piensa en tu futuro, en lo que quieres lograr para tu retiro. Comienza a hacer planes a mediano y largo plazo y comienza a enfocar tus decisiones hacia esos propósitos que te darán tranquilidad y te harán crecer.
- Comienza desde lo cotidiano: Decisiones tan sencillas como lo puede ser comer más en casa, preparar tu almuerzo para llevarlo al trabajo o hacer tu propio café pueden hacer una diferencia. Cada vez que puedas, evita gastos hormiga y destina ese dinero a un fondo de ahorro. Lo que importa es que comiences a hacer cambios en tu día a día que puedas ver.
- Hazte cargo de tu educación financiera: Existen muchas herramientas que pueden ayudarte a tener un mejor manejo de tu dinero. Si no sabes mucho pero tienes curiosidad busca información que te facilite comprender temas financieros que pueden parecer complicados. Acompaña tu nueva cultura financiera con hábitos para poner en práctica: desde comenzar un ahorro, hasta ver las posibilidades de invertir.
- No temas salir de tu zona de confort: Todos los procesos de transición pueden parecer lentos o incómodos pero, ¡no te preocupes! Tomar la decisión de mejorar tus finanzas personales puede parecer abrumador, pero paso a paso descubrirás que es cuestión de adquirir nuevos hábitos y descubrir cómo planear y administrarte pueden ayudarte a tener un mejor control de lo que quieres hacer a mediano y largo plazo.